El número uno del mundo, Jannik Sinner, sigue causando polémica. Y va más allá de los resultados, la comparación deja a uno incrédulo.
En los últimos doce meses Jannik Sinner ha tenido una explosión extraordinaria que le ha convertido en poco tiempo en uno de los deportistas italianos más populares. Muchos recuerdan lo sucedido el pasado mes de noviembre con la victoria sobre Novak Djokovic y el triunfo en la Copa Davis tras más de 50 años de espera.
Al mismo tiempo, el comienzo de 2024 fue extraordinario, la victoria en el Abierto de Australia y los éxitos que le llevaron a convertirse en el primer italiano número uno del mundo. Tantas satisfacciones y también -por desgracia- el comienzo de los problemas físicos. Jannik se perdió Roma y algunos torneos por un problema de cadera, llegó en precarias condiciones a Roland Garros y luego se llevó una decepción en Wimbledon. Por último, la muy criticada decisión de no participar en los Juegos Olímpicos, muchos casi olvidan que Jannik se vio obligado a abandonar debido a una amigdalitis.
En los últimos días, se ha acusado repetidamente al tenista italiano de «escaso italianismo» o falta de compromiso, y se ha pedido reiteradamente a Jannik que reitere su postura. Una situación anómala en la que Italia ha puesto en la picota a uno de sus mayores talentos. Una situación peculiar en la que ‘tuvieron que salir al campo’ para defender al mimado de ‘algunos’ aficionados.
Caos Sinner, aparece una defensa sin precedentes
El diario Alto Adige ha publicado un artículo con varios puntos en defensa de Sinner, y en primer lugar afirma: «Jannik Sinner despierta sospechas entre los trogloditas salvajes de las redes sociales». El artículo destaca a varios personajes del pasado (pone el ejemplo de Bossi y Padania) que no querían ser italianos. Sinner, en cambio, nunca ha dicho eso, siempre ha defendido a la patria cuando ha podido y ha sido acusado falsamente.
«No siente la camiseta azzurra» o «es más austriaco que italiano», son mensajes que ahora resuenan constantemente entre los haters del sudtirolés, críticas injustas que hacen decir a los aficionados ‘basta ya’. Una situación peculiar y el periódico erige una serie de derechos con el italiano que se ha echado Italia a los hombros y nunca ha cuestionado su italianidad.
Un bonito reportaje final con Alto Adige celebrando el talento del tenista y atacando duramente a sus haters. Es hora de dejar de cuestionar su voluntad de defender a su país y el diario defiende a Sinner