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Sinner y esas portadas calientes: la confesión del campeón

by Martin

Sinner, todo lo que hubiéramos esperado de él menos esto: la inesperada confesión del campeón dejó a todos atónitos.

Adriano Panatta dio un suspiro de alivio maratoniano cuando vio que Jannik Sinner anotaba el punto ganador en la Rod Laver Arena. El hecho de que acabara de ganar su primer Slam, el del país de los canguros, privaría por fin al ex campeón italiano de la «incómoda» etiqueta de último italiano en ganar un Major.

«Ahora ya nadie me molestará», había dicho irónicamente, pero no demasiado, al día siguiente del triunfo del sudafricano en el Abierto de Australia. Pero también estaba contento porque siempre ha creído en Jannik. Había cantado sus alabanzas desde el primer momento, seguro como estaba de que tarde o temprano el pequeño pelirrojo sería capaz de hacer comer el polvo a los grandes del circuito. Lo que, puntualmente, se hizo realidad. Y cómo se hizo realidad.

Es todo tan cierto que la sinneritis es ya una pandemia. Y no es nada extraño que cada vez más periódicos, semanarios, mensuales y revistas varias decidan dedicar sus portadas al campeón del momento, al que todos creen que ya está a un paso de encabezar el ranking de la Atp y de ganar su segundo Slam. Incluso el semanario Oggi le ha abofeteado en portada, reservando a Sinner un reportaje en profundidad acompañado de dos testimonios de valor incalculable.

Sinner como Panatta: la comparación que no te esperas

Uno son los Carrot Boys, el estrafalario grupito de seguidores que, vestidos de zanahoria, siguen a Jannik a todas partes. El otro es el propio Panatta, que en la entrevista en Oggi habló maravillas del zorro rojo de San Cándido. Incluso se atrevió a hacer una comparación que a usted le puede dar un vuelco la nariz.


Adrian afirma que él y Sinner se parecen más de lo que parece. Sí, la verdad es que no es esa la impresión que se tiene, viéndolos desde fuera. Panatta era un rompecorazones, mientras que el campeón de Melbourne sólo tiene ojos para Maria Braccini y, sin embargo, está más interesado en el deporte que en la diversión y las pasiones pasajeras. Sin embargo, el legendario tenista romano, que ahora tiene 73 años, hizo unas declaraciones bastante emblemáticas a la revista semanal.

Él es muy reservado, pero yo también lo era, las portadas con las chicas las sufría. Desde luego, él está más controlado, menos echando humo: yo le decía a Rune que se fuera inmediatamente al infierno, como hacía con Nastase». Pero el primer don de Jannik es la inteligencia; es una esponja, siempre está aprendiendo’. Una confesión inesperada, la de las portadas: ¿pero será verdad, entonces, como él dice, que efectivamente hay cierta analogía?

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