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Sinner, sin sorpresas: peor que un disco rayado

by Henry

Sinner, es lo mismo de siempre, con la diferencia de que ahora tiene un aliado que viaja en la misma longitud de onda que él.

No le bastó con ganar 2 Slams. Y que se llevara a casa, al final de la temporada, incluso la copa de las Finales, el torneo en cuya cúspide se decide, al final de la temporada, quién merece el título de maestro entre maestros. Todos estos éxitos no han conseguido nada. No han borrado, como esperábamos, la «mancha» que ensuciaba el currículum de Jannik Sinner.

Ni siquiera la sentencia de Itia, que también demostró, gracias a las pruebas aportadas por el número 1 del mundo, que la toma de Clostebol fue totalmente involuntaria. Muchos no se creyeron la historia de la contaminación accidental y del descuido cometido por el entrenador deportivo y el fisioterapeuta del jugador italiano. Uno de todos ellos: el tenista australiano Nick Kyrgios, que ha intervenido repetidamente en este debate, lanzando graves acusaciones contra su colega del Tirol del Sur.

El chico malo de Canberra no es el único, sin embargo, que cree que Sinner merece una descalificación y un resultado diferente al decretado por Itia, que le había absuelto de todos los cargos. Ese alguien es un pez gordo del tenis de los años 90, concretamente Yevgeny Kafelnikov, que quiso dar su opinión sobre X, en relación con el affaire Clostebol, una vez que saltó la noticia de la descalificación de Iga Swiatek, que dio positivo por trimetazidina.

Sin piedad para Sinner: ahora Kyrgios tiene un aliado

«A veces me pregunto -son palabras del ex tenista- por qué demonios no usé esteroides a lo largo de mi carrera. ¿Así que quizás en lugar de 170 partidos al año podría haber jugado quizás 300? ¡Debería haber una inhabilitación de por vida para cualquiera que sea sorprendido consumiendo sustancias prohibidas! – tomó nota el ruso – No hay excusas y tolerancia cero, no importa quién seas!!!!».

«Y lo más triste de todo esto -continuó- es que los jugadores jóvenes y prometedores (de 12 a 16 años) admiran a sus ídolos y piensan que tal vez esté bien usar esteroides en el futuro y salirse con la suya. Los jugadores actuales dan un mal ejemplo a las generaciones más jóvenes». Esta postura tan dura, un ataque frontal sin contemplaciones contra Sinner, fue totalmente compartida, huelga decirlo, por Kyrgios.

El australiano retuiteó la publicación de Kafelnikov, comentándola con un lacónico, aunque elocuente, «Sí». Algo que esperábamos, francamente, teniendo en cuenta que el finalista de Wimbledon 2022 lleva meses pidiendo un castigo ejemplar para el número 1 del mundo. Y aún no se ha cansado de repetir el mismo concepto una y otra vez, como un disco rayado.

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