Sinner, en el peor de los casos el premio de consolación seguirá siendo estratosférico: premios locos en el desierto californiano.
Sus aficionados están fuera de sí. Porque cuando se quiere a alguien como se quiere a Jannik Sinner, un solo minuto parece imposiblemente largo. Imagínense entonces qué percepción habrán tenido de las dos semanas que han pasado desde que jugó la semifinal en Rotterdam. Les habrá parecido que ha pasado un siglo entre medias.
Pero no se preocupen. Si todo va bien, el viernes será el gran día. El día en que podremos comprobar por nosotros mismos qué efecto ha tenido la llamada a la preparación invernal y descubrir hasta qué punto son beligerantes las intenciones del zorro rojo de Indian Wells de San Cándido. Es fácil adivinarlo, dado que lo que está en juego en el desierto californiano es increíblemente alto. Sinner podría superar a Carlos Alcaraz y ascender nada menos que al segundo puesto de la clasificación mundial, a un paso de Novak Djokovic y de ese trono en el que todos los tenistas sueñan con sentarse algún día.
No sabemos si ocurrirá o no. Ciertamente lo esperamos, pero en parte por superstición, en parte porque en el tenis nunca se sabe, es mejor callarse. Mejor concentrarse, por otra parte, en las «cosas» objetivas. Porque es cierto que Jannik tiene mejores cosas en las que pensar, que es precisamente la carrera por el número 1 del ranking, pero no es menos cierto que el Tennis Garden está tan lleno de tesoros que cuesta creerlo.
Sinner, en el peor de los casos hay premios estelares
Un total de 8 millones en premios están en juego en el Masters 1000 de Indian Wells, el primero de los dos eventos que confluyen en el llamado Sunshine Double. Cosas que aunque salgan mal, puedes consolarte con un buen botín.
Sólo el acceso a la primera ronda del torneo vale el equivalente a 27,7 mil euros. Los que acceden a la segunda ronda cobran 38,7, mientras que una hipotética tercera ronda vale 54,5 mil euros. La cifra se duplica, o casi, si se logra alcanzar los octavos de final en la mágica California: estamos hablando, imagínense, de 93 mil euros. El cheque por los cuartos asciende a 170,6 mil euros, pero lo mejor está por llegar.
En la nada remota hipótesis de que Sinner ganara las semifinales, se llevaría 299.000 euros. Si llegara a la final, tendría 539,5 mil euros más en su cuenta bancaria. ¿Y si gana? Bueno, en ese caso estamos hablando de un premio estelar en metálico que asciende, oiga, oiga, a la astronómica suma de 1 millón 014 mil 601 euros. Sí, en Indian Wells es oro todo lo que reluce. Y no es sólo por el sol, que pega fuerte en esas latitudes.
