Pecadora, esta vez le dolió aún más. Ahora que ha aprendido la lección, ha jurado no volver a caer en la trampa.
Pongámonos en la piel de Botic van de Zandschulp. No sólo le cerró el paso Jannik Sinner en la primera ronda del Abierto de Australia. Un mes después, también puso en peligro sus posibilidades de avanzar en el Atp 500 de Rotterdam. Es lógico, pues, que ahora mismo sea la pesadilla número uno del holandés, que parecía inconsolable al final del partido del miércoles por la noche.
El del Tirol del Sur le dio una buena paliza y se puede decir que no le dejó ninguna oportunidad. Cerró las cuentas en un tiempo récord y no le dio realmente audiencia, por así decirlo. van de Zandschulp sabía que sería una batalla contra molinos de viento, pero hay que reconocerle el mérito de haberlo intentado. Lo intentó con todas sus fuerzas. Pero a estas alturas sabe, como todo el mundo, que no hay nada que pueda hacer contra esta deslumbrante versión del azul.
Precisamente a la luz de esta conciencia, el nativo de Wageningen pronunció bellas palabras hacia su oponente de San Cándido. Acompañadas, además, de una broma que hizo jadear a la sala de prensa. A la pregunta de qué le había enseñado este partido, respondió lo siguiente: «He aprendido que ya no tengo que jugar en torneos en los que esté Sinner».
Sinner, la lección está servida: esto es lo que ha entendido
Más allá del humor de van de Zandschulp, se habló mucho de Jannik y de sus increíbles habilidades durante la rueda de prensa posterior al partido. El holandés reveló, en primer lugar, que notaba una «novedad» en su juego respecto a la última vez que se había enfrentado a él en Melbourne.
Hoy (miércoles, ed.), cuando iba ganando 0-40 en el primer juego del segundo set, ha ganado cinco servicios. Pero realmente no noté mucha diferencia entre Australia y aquí. También entonces jugó muy bien».
Cuando se le preguntó si, en su opinión, Sinner tiene realmente las habilidades y cualidades necesarias para subir a la cima del mundo, no dudó ni un instante: «Ganó el Abierto de Australia venciendo al número uno del mundo, así que sí, creo que puede llegar a ser número uno pronto. Desde octubre», prosiguió, «sólo ha perdido un partido, desde el Abierto de Estados Unidos en adelante ha tenido una regularidad increíble». Herido en su orgullo, pero sincero hasta el final.