Sinner, esta vez lo ha hecho más grande que de costumbre: no se lo ha tragado nadie.
No hay acontecimiento o logro deportivo en el que Nicola Pietrangeli se abstenga de decir lo que piensa. El legendario tenista italiano de Italia, pero originario de Túnez, siempre encuentra la manera de insertarse en el debate deportivo y expresar su opinión sobre las hazañas o el comportamiento de sus herederos.
Lo hizo, por supuesto, incluso una vez finalizada la Copa Davis, una competición que le es especialmente cercana y en la que, en el pasado, ha destacado en repetidas ocasiones. La primera intervención afectó, como recordarán, al campeón romano Matteo Berrettini, con quien existen, por así decirlo, «precedentes». Al parecer, el finalista de Wimbledon 2021 está enfadado con su predecesor, probablemente por algunos comentarios que no le habrían gustado.
Enfado que supuestamente expresó al no responder a Pietrangeli cuando, hace unos meses, éste le envió un mensaje para felicitarle tras su serie de victorias en tierra batida. Una reacción que Nicola sigue sin entender, convencido de que nunca dijo nada malo y que, en ese momento, fue simplemente malinterpretado. El caso es que, además de Berrettini, el ex número 3 del mundo también se ha pronunciado en las últimas horas sobre Jannik Sinner.
Sinner, ya estamos otra vez: no hizo reír a nadie
Las palabras que dijo sobre sí mismo, sin embargo, hicieron aún más ruido que las que dedicó a Mateo, teniendo en cuenta que tocó -no se sabe si deliberadamente o no- algunas cuerdas muy delicadas.
Pietrangeli habló en Splendida Cornice, un programa de la Rai 3, con ocasión del cual se permitió una broma mordaz que no todo el mundo consiguió tragarse como probablemente habría esperado el ex tenista. ‘Quería decir’, dijo, después de presentarse, de forma muy irónica, ‘que Sinner es el mejor tenista italiano de todos los tiempos y quizás también austriaco’. A mí personalmente me gustaba mucho el tenis -añadió-, pero comparado con estos jugadores de hoy soy un aficionado. Pero desde luego no uno bueno. Viva el tenis, viva Sinner, y no olvidemos a Berrettini porque si no la tomará conmigo.
El hecho de que sacara a colación a Austria, desempolvando así la vieja polémica sobre los orígenes de Sinner -que, pese a ser 100% italiano, procede de una región muy vinculada a la cultura germánica- no gustó a nadie. Tanto es así que su broma, si se le puede llamar así, sólo despertó indignación y rabia.