El tenis italiano vive probablemente el momento más próspero de la historia de este deporte. Ahí está Jannik Sinner, pero no sólo.
En los últimos años, el tenis italiano ha experimentado un crecimiento impresionante, hasta tal punto que este deporte de raqueta se ha convertido en el más popular después del fútbol. Si alguien cree que todo esto se debe al número uno mundial Jannik Sinner se equivoca, o al menos el tenista de San Cándido tiene parte de culpa, pero no es la única razón.
Cinco tenistas en el Top 40, nueve en el Top 100, Italia es -junto con Estados Unidos- la nación líder en el ranking Top 100 y nuestro tenis puede sonreír. Jannik cumplió 23 años el otro día y, paradójicamente, es casi el «mayor» de un grupo de jóvenes que también incluye a Lorenzo Musetti, Flavio Cobolli y Luciano Darderi, así como a los más experimentados Lorenzo Sonego, Matteo Berrettini y muchos otros.
El tenis italiano está en buenas manos, Sinner encabeza la caravana y hablamos por supuesto del número uno del mundo, pero cada semana que pasa llegan buenas noticias y la última sin duda hace sonreír a nuestros aficionados. Además de estos jóvenes que ya figuran en la lista y en la rampa de lanzamiento hay un nuevo joven talento, muy joven por cierto, que se ha estado luciendo durante la última semana.
Jannik Sinner ya tiene nuevo heredero: Italia sonríe
Mientras se sigue disputando el Masters 1000 de Cincinnati (la final del torneo se jugará esta tarde), la semana pasada se disputó el Challenger de Todi, de categoría 75, donde se dejaron ver jugadores bastante retrasados en la clasificación. Nada extraño, los Challengers son torneos menores y ocurre todas las semanas, pero en este torneo también participó el joven clase 2007 Pierluigi Basile: es el primer clase 2007 que se clasifica en un Atp Challenger con esta fórmula y el italiano también ganó un partido.
Un resultado histórico para Italia y que muestra a otro joven talento en la rampa de lanzamiento, un hombre muy joven que tiene muchas ganas de demostrar sus números. Basile perdió en segunda ronda contra el español Taberner, más experimentado y entre los 300 mejores del mundo, pero incluso ahí el chico mostró madera de campeón y dejó claro una vez más a todo el mundo que Italia está en buenas manos. Para Sinner y otros, siguen naciendo grandes talentos jóvenes.
