Matteo Berrettini cometió sin saberlo un error clamoroso: habría sido mejor que se lo hubiera callado,
Los últimos partidos, admitámoslo, no han ido exactamente como esperábamos. El hecho de que Matteo Berrettini hubiera ganado dos torneos seguidos en verano nos había hecho suponer que el martillo había vuelto definitivamente. Sin embargo, tras haber empezado la temporada sobre cemento, ha vuelto a cojear un poco. Y, entre falsas alarmas -por suerte- y casi fallos, no ha logrado los resultados a los que seguramente aspiraba.
Desde agosto, el finalista de Wimbledon 2021 no ha logrado pasar de la segunda ronda. En Cincinnati cayó en su debut ante Holger Rune, en el Us Open fue eliminado en el segundo acto por Taylor Fritz. También en Tokio sólo jugó dos partidos, de los que se retiró por un problema abdominal que luego, gracias a Dios, se resolvió en poco tiempo. No mejoró en Shanghai ni en Estocolmo, por lo que los aficionados volvieron a caer en el desánimo.
Sobre todo porque las expectativas en vísperas del Abierto Nórdico estaban por las nubes. Berrettini había jugado un gran partido contra un excelente Darderi, pero Stricker, 48 horas más tarde, logró ponerle inesperadamente en apuros. Minutos después, ni que decir tiene, los detractores se mofaban de él en las redes sociales, pidiendo su retirada. Como si tal decisión fuera realmente suya y como si fuera tan fácil volver a la pista después de todos los sobresaltos que Matteo ha recibido del destino.
Berrettini, error clamoroso: mejor callar
Pero hay más. La gente del tenis no sólo se enfureció por esta inesperada derrota, sino también por algo que Berrettini dijo durante el torneo de Estocolmo
un día con matteo pic.twitter.com/9volxijfj5
– chia (@berrelovers) 17 de octubre de 2024
Para Vogue Escandinavia, filmó su día típico, empezando por el momento en que se despertó. Filmó cada paso, incluido el desayuno. Y, en retrospectiva, habría hecho bien en dejar a los fans con el beneficio de la duda, en lugar de confesar lo inconfesable. Porque esto, para muchos, fue una auténtica afrenta.
Descubrimos que el tenista empieza el día comiendo huevos con yogur y acompañándolo de café. Lo que hasta aquí sería normal, salvo que no se trata de un espresso, sino de un americano. ‘Aunque soy italiano’, dice en el vídeo, ‘no me importa un buen americano con un poco de leche’. Una traición en toda regla que a alguien, estamos seguros, le costará digerir…