Destitución de Fonseca, los aficionados del Milan están congelados y no todos se lo han tomado bien. La decisión que da la vuelta a las cosas de inmediato
Reconozcámoslo: Paulo Fonseca no tuvo el mejor comienzo de temporada en el AC Milan. Parecía, sin embargo, que la victoria en el derbi contra el Inter podría haber sido el punto de inflexión, pero no fue así.
Después del derbi, de hecho, llegaron dos derrotas más: una en la Liga de Campeones y otra en la liga, que no sólo alejaron a los rossoneri de la cabeza de la clasificación de la Serie A, sino que también dejaron al Milan en la cola de la europea. Para volver a subir hay tiempo, quedan seis partidos programados según la nueva fórmula que quiere la Uefa, así que para seguir adelante nada está perdido. Volviendo a Fonseca, está claro que hay problemas, tanto que muchos aficionados milanistas han esperado, y esperan, una exoneración. Claro que, ¿quién podría sustituirle? Casi los mismos apuestan por Allegri, pero la directiva del Milan, al menos según la información que ha difundido la Gazzetta dello Sport, piensa de otra manera.
Fonseca excusado, el Milan le da confianza
Cuando los resultados no llegan siempre se cuestiona al entrenador. Pero quizás por una de las primeras veces en la historia éste no parece ser el caso. De hecho, el diario revela que el club confía plenamente en el técnico portugués y lo considera el hombre adecuado, en el lugar adecuado, para el proyecto que el club tiene en mente. En definitiva, por ahora no hay nada en riesgo, aunque es evidente que se necesita un giro.
Contra el Udinese, el Brujas en la Liga de Campeones y el Bolonia, se necesitan puntos. La temporada necesita un giro completo. Y los compromisos, para un equipo como el Milan, no son precisamente tan prohibitivos. Al contrario, nueve puntos en estas tres salidas están definitivamente al alcance de la mano, y la sensación es que Fonseca está apostando de verdad por el futuro en las próximas semanas. Porque la confianza, además de con palabras, hay que ganársela con hechos. Y los hechos, para un entrenador, son los resultados: ni más ni menos. Confianza para el término, podríamos decir.