Hoy concluye la decimoquinta jornada de la Brasileirao 2025: hay seis partidos programados, mientras que en el horizonte se vislumbra otra jornada entre semana, la segunda consecutiva. Entre los primeros equipos en saltar al campo, el Ceará de Fortaleza, que se enfrenta al Internacional en Porto Alegre. Los bianconeri quieren subir el listón este año y aspirar a algo más importante que una tranquila permanencia, pero el problema al que se enfrentan es la continuidad en su rendimiento.
Tras la ajustada victoria contra sus odiados primos del Fortaleza en el reñido derbi, los hombres de Leo Condé cayeron en casa ante el Corinthians, sumando su tercera derrota en las últimas cuatro jornadas de liga. Ahora se perfila un partido muy reñido contra el Internacional, otro equipo que no destaca por su regularidad y que necesita puntos para alejarse de la zona de descenso: entre los jugadores que podrían acabar en el punto de mira del árbitro Davi de Oliveira Lacerda —con una media de 5,4 tarjetas en la Brasileirao—, destacamos al lateral derecho del Ceará Fabiano (Fabiano Josué de Souza Silva). Desde que regresó a Brasil hace unos meses, se encuentra entre los jugadores más sancionados, con cinco tarjetas amarillas.
Por la noche también saltará al campo el Botafogo, que tras el Mundial de Clubes ha confiado en Davide Ancelotti, en su primera experiencia en el banquillo: el hijo de un gran entrenador debutó hace una semana contra el Vasco da Gama, ganando un importante derbi, mientras que en la jornada entre semana no pasó del empate con el Vitoria.
El Fogao busca ahora su tercer partido consecutivo sin encajar goles en el duelo contra el Sport Recife. El central exjugador del River Plate Alexander Barboza volverá a tener mucho trabajo y podría ver la tarjeta amarilla por enésima vez. Sería la quinta para él, que este año también tiene un promedio muy alto de faltas (casi dos por partido).
En este mismo partido, en el otro lado del campo, también corre peligro el colombiano Christian Rivera, centrocampista del Sport Recife. El jugador de 29 años, que hasta febrero pasado jugaba en la liga mexicana con el Club Tijuana, es el segundo jugador más faltoso del torneo, con un promedio muy alto de 2,4 faltas por partido.