El Scudetto parece haber tomado repentinamente otro rumbo: los dos tropiezos del Inter han permitido al Nápoles alcanzar y luego superar al Inter, que ahora se encuentra a tres puntos de los azzurri de Antonio Conte. A cuatro jornadas del final, el destino está en manos de los napolitanos. Si ganan los cuatro partidos que quedan, Di Lorenzo y sus compañeros volverían a conquistar el tricolor por segunda vez en dos años.
La mayor frescura atlética, pero sobre todo el hecho de poder jugar solo un partido a la semana, como se ha dicho en varias ocasiones, está marcando la diferencia. Mientras que el Inter ha tenido una serie de compromisos muy complicados (Bologna-Milán-Roma-Barcelona), el Nápoles ha podido aprovechar un calendario nada imposible: aunque no siempre ha brillado en el juego, los hombres de Conte han ganado los tres últimos contra Empoli, Monza y Torino, apostando principalmente por la solidez defensiva. Seis goles a favor y ninguno en contra para un equipo que cuenta con uno de los mejores jugadores del torneo, sin duda el fichaje más acertado: se trata de Scott McTominay, indiscutible líder con 5 goles en los últimos tres partidos.
El centrocampista escocés, que llegó en verano sin hacer ruido procedente del Manchester United, sería inevitablemente la cara visible del Scudetto si el Nápoles lograra alzarse con el título. En cualquier caso, el camino hacia el tricolor aún es largo: Conte se enfrentará al equipo de su ciudad natal, el Lecce, que lucha por mantenerse en la categoría. Los salentinos, obligados a saltar al campo el domingo pasado contra el Atalanta, bajo amenaza de penalización por parte de la Liga, a pesar del dolor por la repentina muerte del masajista del club, Graziano Fiorita, consiguieron un valioso empate (1-1), que les permitió situarse a dos puntos de los tres últimos, el Venecia y el Empoli. Sin embargo, los giallorossi de Marco Giampaolo no ganan desde enero y en casa no lo hacen desde diciembre.
Lecce-Napoli: últimas noticias sobre las alineaciones
Con los regresos de Krstovic, Tete Morente, Berisha y Ramadani, el Lecce debería volver a alinearse con un 4-3-3: en ataque, además del español (en pugna con Karlsson) y el montenegrino, tocará a Pierotti, mientras que el centro del campo estará formado por Coulibaly, Ramadani y Pierret, con Berisha como primera alternativa desde el banquillo. Detrás, Baschirotto se encargará de dirigir la defensa.
Conte tendrá que prescindir de Buongiorno para el resto del torneo: otra baja importante en una zaga que ya cuenta con la ausencia de Juan Jesus. Junto a Rrahmani jugará Marin, flanqueado por Di Lorenzo y Olivera. En el centro del campo no debería haber problemas con el regreso de Anguissa, pero en caso de baja, Gilmour está listo para entrar. Es probable que Spinazzola vuelva a ocupar el puesto de lateral izquierdo, dada la lesión del brasileño David Neres.
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El pronóstico
Probablemente sea este el partido más complicado para el Nápoles de aquí a finales de mayo, ya que el Lecce, en comparación con sus próximos rivales (Génova, Parma y Cagliari), corre un serio riesgo de descender. Por lo tanto, no será nada fácil para los azzurri, que siguen siendo favoritos en un partido con menos de 3 goles en total.
Las alineaciones probables del Lecce-Nápoles
LECCE (4-3-3): Falcone; Guilbert, Gaspar, Baschirotto, Gallo; Coulibaly, Ramadani, Pierret; Pierotti, Krstovic, Tete Morente.
NAPOLI (4-2-3-1): Meret; Di Lorenzo, Rrahmani, Marin, Olivera; Zambo Anguissa, Lobotka; Politano, McTominay, Spinazzola; Lukaku.