Pecador, sin rencor no está ni donde debe estar. El veredicto ya es oficial: lo ascendió sin pensárselo dos veces.
Sólo el tiempo dirá si teníamos razón. Si es cierto, como muchos piensan, que Jannik Sinner es tan fuerte que puede aspirar fácilmente a lo más alto. Y que está destinado, por si fuera poco, a ser uno de los futuros Tres Grandes que seguirán los pasos de Roger Federer, Rafael Nadal y Novak Djokovic.
Aún no se ha puesto el sol en la era de los tres campeones que reescribieron la historia del tenis, pero está claro que la nueva generación tiene prisa. Sobre todo la tiene Sinner, pero también Carlos Alcaraz y Holger Rune, que en el imaginario colectivo son los tres campeones que dominarán la clasificación en las próximas décadas. Es demasiado pronto para sacar conclusiones, por supuesto, pero hay quien está convencido de que el relevo generacional es inminente. Que se producirá en cualquier momento y que el de San Cándido, por razones obvias, será uno de los protagonistas del tenis del futuro.
Lo piensa un entrenador bastante autorizado, que conoce muy bien tanto a la vieja como a la nueva generación. Que ha hecho del tenis el centro de su vida y que había adivinado, incluso antes que los demás, todo el potencial que había detrás de aquel chico alto, delgado, sin músculos y con la inconfundible mopa roja.
Hay un poco de Djokovic en Sinner: palabra de Piatti
Hablamos, para quien aún no lo haya entendido, de Riccardo Piatti, el entrenador que bajó a Jannik de las montañas del Trentino y se lo llevó con él a Bordighera. Y fue allí, en los campos de su academia, donde aquel adolescente creció hasta convertirse en un campeón.
Su repentina separación ha sido muy comentada durante mucho tiempo, pero nunca se ha aclarado por qué Sinner decidió despedirse de su mentor de toda la vida en un momento dado. Puede que no acabara bien, según los rumores, pero está claro que Piatti sigue teniendo en gran estima a su protegido. Y también hay que reconocerle un admirable fair play: «El equipo que me ha sustituido ha hecho un buen trabajo», declaró a We Love Tennis, sin la menor amargura: «Sinner está progresando y trabajará duro hasta hacer realidad su sueño, que es ganar todos los torneos del Grand Slam y convertirse en número 1 del mundo».
«También tuve la oportunidad de seguir a Djokovic durante un tiempo cuando era más joven», añadió además Piatti, «y tienen muchas características mentales similares. No en el juego, sino mentalmente. Conociendo muy bien a Jannik, he vuelto a ver al antiguo Djokovic». Una comparación tan halagadora como autorizada, ya que el entrenador es uno de los mayores expertos en tenis del mundo. Esperemos, pues, que Jannik tenga pronto algo más en común con Nole. Como el número de títulos de la Atp, por ejemplo…