Berrettini, ha recibido tantas ofertas que aún no ha tomado una decisión: futuro incierto.
¿Un rayo en un cielo despejado? No, porque el cielo sobre Matteo Berrettini era cualquier cosa menos claro incluso entonces. Sin embargo, fue un relámpago. Poderoso, inesperado, en cierto modo incluso aterrador. Porque nadie esperaba que el romano pudiera separarse de su histórico mentor Vincenzo Santopadre.
Su ruptura, en cualquier caso, ya pertenece al pasado. Han pasado dos meses desde que se dijeron adiós y en el tenis, ya se sabe, las manos corren a la velocidad de la luz. Tanto es así que, 60 días después de aquel anuncio que dejó a todos atónitos, el martillo ya tiene nuevo entrenador. Todo cambia, todo se transforma, pero en este caso, parece haber quedado una gran melancolía. Porque nadie, todavía, puede imaginar a Matteo sin Vincenzo y a Vincenzo sin Matteo. Uno se acostumbrará, ciertamente, pero nunca, jamás, se desvanecerán los recuerdos de aquella época dorada en la que Berrettini era el héroe indiscutible de toda Italia.
Veremos si ahora, con la ayuda de Francisco Roig, consigue, si no volver a su antigua gloria, al menos acercarse a ese nivel. El martillo sigue ahí, en alguna parte. Sólo hay que «desenterrarlo», escondido como está bajo un montón de escombros. Los escombros dejados por las constantes lesiones, las decepciones, los tragos amargos que se ha visto obligado a tragar.
Santopadre, así será la era post-Berrettini
No es el único, por cierto, que ha pasado página. También Santopadre, como debe ser, está a punto de comenzar su nueva vida sin Berrettini. Que será menos problemática, sin duda, pues ya ha decidido que no quiere seguir entrenando a un campeón tan ambicioso como Matteo, pero esperemos que igual de emocionante.
No dijo demasiado el antiguo entrenador de Matteo, pero sí confesó al Corriere dello Sport que estaba en la recta final: «Me he tomado un descanso para sopesar todos los aspectos de las ofertas que he recibido», dijo el técnico. «Dentro de un par de semanas tomaré una decisión. Créanme, aún no lo he decidido’. Habla en plural, por lo que es razonable pensar que hay una cola así de larga, a la puerta de ese Santopadre que llevó a Berrettini a las faldas del Olimpo.
Si es consecuente con lo que le dijo a GonzoTenis hace un tiempo, será un joven italiano: «Me encantaría entrenar sobre todo a jugadores jóvenes», dijo en tiempos insospechados, «y tener más margen para formar a un jugador. Y me gustaría, tal y como soy, entrenar a un italiano, por tener una cultura parecida y porque para mí comunicar en italiano es preferible’.