Berrettini pasa página, lo mejor está por llegar.
Jugará en Melbourne Park por octava vez desde su debut en el circuito grande. Lo que le convierte en un veterano, en un experto sobre ese cemento azul que le ha visto brillar con luz fulgurante. Hace tres años por estas fechas, después de todo, había jugado tan bien, en Australia, que ganó nada menos que la semifinal del Abierto de Australia.
El resto, por desgracia, es historia. Aquel fue uno de los puntos álgidos de la carrera de Matteo Berrettini, que luego, como sabemos, se vio lastrada por las innumerables lesiones con las que tuvo que lidiar. Será difícil repetir un éxito como el que logró en 2022, pero no porque el romano no sea potencialmente capaz de ello, ojo. Lo que aún le falta es continuidad, que ha flaqueado debido a los numerosos arranques y paradas que han salpicado los dos últimos años de Matteo.
Tiene que jugar y tiene que hacerlo con asiduidad, sin más interrupciones, sin dejarse frenar por el miedo a que algo pueda salir mal. Intentará encontrar sangre nueva, por tanto, en el país de los canguros, donde debutará en los próximos días. La esperanza era participar allí como cabeza de serie, pero los planes que tenía previstos para esta primera fase de la temporada se han esfumado.
Qué león es Berrettini: el pasado ya ha quedado atrás
El finalista de Wimbledon 2021 perdió, como recordarán, en la primera ronda del Atp 250 de Brisbane, donde podría haber sumado algunos puntos útiles de cara a la clasificación para el primer grande
La derrota ante Thompson le impidió situarse entre los 32 cabezas de serie del Slam, pero Berrettini parece haber olvidado ya lo sucedido. Lo cual es bueno, sin duda. «El primer objetivo es disfrutar de una temporada llena de partidos y alegrías, sin lesiones ni complicaciones», declaró al Herald Sun. “En cuanto a mi nivel, creo que puedo hacerlo muy bien, siento que puedo llegar hasta el final y daré lo mejor de mí”.
Nada desanimado, en resumen, el ex número 6 del mundo, que parece aún decidido a hacerlo bien y confiado, sobre todo, en sus medios. Conciencia que le faltó en algunos momentos destacados y que, de hecho, le había expulsado del top 100 mundial. Hasta que, por fin, volvieron las ganas de jugar y ganar. Y quién sabe, tal vez el Slam podría ser la ocasión adecuada para demostrar a todo el mundo lo mucho que todavía puede valer.