No hay paz para Berrettini: enseguida arremetieron contra él.
No es el primero que lo hace. Y, tal y como han ido las cosas, quizá ni siquiera sea el último. Arabia Saudí, ahora está claro, persigue por todos los medios el objetivo de labrarse un espacio propio en la escena del tenis. Se ha abierto a la cultura occidental a través del deporte, y las noticias que circulan por la red en las últimas horas son, para que no quepa duda, una clara prueba de ello.
Sí, porque además de haberse apoderado de las Next Gen Atp Finals, que se celebran en su suelo desde el año pasado, los saudíes también le han echado el ‘guante’ a jugadores del Viejo Continente. Tras acoger a la flor y nata del tenis en Riad, en el Six Kings Slam, los árabes se han asegurado un testimonio de excepción: hablamos de nuestro Matteo Berrettini, que el lunes hizo público que es el nuevo embajador de Pif.
Este acrónimo significa Public Investment Found, es decir, el fondo soberano de Arabia Saudí, que es, por otra parte, uno de los mayores del mundo, con sus activos faraónicos. Una buena noticia, en sí misma, si no fuera porque la gente en las redes sociales, y con ella una buena parte de los aficionados, no se tomó demasiado bien la noticia del campeón romano
Berrettini bajo acusación: una elección que nadie compartió
La razón hay que buscarla en la polémica en torno a la vieja cuestión de los derechos humanos, que siempre ha salido a relucir cuando se habla de Arabia Saudí. Y por el que, a principios de año, el propio Rafael Nadal había pagado un alto precio al convertirse en embajador de la Federación Saudí de Tenis.
El hecho de que Berrettini sea embajador de Pif no gusta, por tanto, aunque muchos leen la intención detrás de este movimiento de limpiar la reputación del país a través del deporte. Que podría convertirse, en este sentido, en un vehículo para mejorar la situación desde el punto de vista de los derechos humanos. Si será así o no, lo sabremos dentro de unos años, pero, mientras tanto, nadie parece haber apoyado la decisión de Berrettini. Quien, tras una breve tregua, aparentemente ya superada, vuelve a estar en el punto de mira.
La gente en las redes sociales no les envió un mensaje, desde luego. Al pie del vídeo publicado para anunciar la noticia, se publicaron comentarios de lo más dispares, algunos incluso un poco despiadados, por así decirlo. Algunos usuarios señalaban que esta asociación no era nada de lo que presumir, otros se lanzaban a aludir que por el dinero harían cualquier cosa. Otros, en fin, felicitaban irónicamente a Matteo por esta nueva, pero ya polémica, condición de embajador de Pif. Y algo nos dice que estamos sólo al principio de una gran polémica.