Matteo Berrettini, sólo lágrimas: lo dijo y lo hizo.
También estuvo en Málaga hace un año. Aunque no fue lo mismo. Las circunstancias eran completamente distintas a las de hoy. En aquella ocasión, de hecho, Matteo Berrettini no pudo contribuir de forma efectiva a la causa de la Copa Davis, aunque se entiende que su presencia fue, no obstante, decisiva e inestimable para sus compañeros que, en cambio, jugaron con la camiseta azzurra.
Jannik Sinner se lo había prometido y fue fiel a su palabra. Le había garantizado a su colega romano que volverían a España al año siguiente y que ganarían, esta vez juntos, la segunda ensaladera. Aún no sabemos si esto ocurrirá, aunque ya es evidente hasta qué punto la fuerza de este equipo puede marcar la diferencia. Al fin y al cabo, ¿quién habría pensado jamás que una pareja de jugadores individuales podría vencer a un dúo de dobles ya bien ensayado y experimentado?
Nadie. En el cara a cara contra Argentina, en cambio, se vio que la unión hace la fuerza y que la selección italiana tiene ventaja. Lo que, con toda premura, nos da esperanzas para la continuación de esta aventura, que comenzó de la mejor manera posible a pesar del partido de individuales perdido por Lorenzo Musetti.
Berrettini, promesa cumplida: lo hizo de verdad
Los grandes protagonistas de esta remuntada fueron Jannik Sinner y Matteo Berrettini, que jugaron un partido absolutamente increíble en Málaga.
Y si lo esperábamos un poco, que el número 1 pudiera ser decisivo para la selección de Volandri, había un gigantesco signo de interrogación sobre la contribución que podría hacer el tenista romano. Pero Matteo volvió a sorprender a todos, jugando de forma espectacular y anotándose varios puntos decisivos. Todo de acuerdo con la promesa que se había hecho a sí mismo unas horas antes en la carta que escribió y que luego leyó en un clip publicado en el canal social de Fitp.
«2024 fue el año del reinicio: volviste al juego y decidiste pasar página -son las palabras que se dirigió a sí mismo- Este año te diste cuenta de que el tenis todavía puede darte mucho y puede emocionarte. Ahora estás aquí y estás dispuesto a disfrutar del momento y de esta hermosa aventura. Sea como sea, estoy orgulloso de ti. Te quiero, Matteo». Y quién sabe, tal vez no experimente en primera persona esas emociones de las que, el año pasado, sólo fue espectador.