Un sparring excepcional para Jannik Sinner. La noticia ha dejado a todos boquiabiertos: ya es mañana.
Con 40 medallas y más oros que el batallón italiano en Tokio, los Juegos Olímpicos de París han ido de maravilla. Más aún si se tiene en cuenta que en otras 25 competiciones se quedó a las puertas de la medalla de bronce, y que esos cuartos puestos siguen valiendo tanto que el Presidente Sergio Mattarella ha decidido invitar a los atletas protagonistas de estas hazañas a la cita de septiembre en el Quirinal.
Después de la cita en el Quirinale, será el momento de que los protagonistas de los Juegos empiecen a trabajar de cara a la próxima edición de las Olimpiadas. Tardarán cuatro años, pero ya todo apunta a que los Juegos de Los Ángeles serán pirotécnicos, inolvidables. El espectáculo de Tom Cruise fue sólo un anticipo, pero está claro que los estadounidenses no dejarán nada al azar y que no repararán en gastos para garantizar a los atletas y al público el espectáculo más loco de todos los tiempos.
Y puede que sea pronto para pensar en el futuro, pero tampoco demasiado. Jannik Sinner, por ejemplo, ya ha rehecho su look con vistas a Los Ángeles 2028. No literalmente, sino en sentido figurado. Su mural ya está listo para los próximos Juegos Olímpicos y los aficionados, huelga decirlo, ya han puesto en marcha el cronómetro.
Un compañero excepcional para Sinner
El mural en cuestión apareció en las últimas horas en la pared de un lugar que ha desempeñado un papel indispensable en el ascenso del sur del Tirol. Hablamos del Club de Tenis Milano Alberto Bonacossa, donde Jannik comenzó básicamente su carrera, participando dos veces en el torneo junior con wild cards.
Y es allí donde ahora se alza la obra que lleva la firma de aleXsandro Palombo, una espléndida representación llena de significado creada, precisamente, para celebrar el inicio de la cuenta atrás para los Juegos de Los Ángeles. En el mural, Sinner tiene la apariencia de uno de los personajes de Los Simpson y viste, para la ocasión, una camiseta con la inscripción LA 2028, en la que los cinco círculos que simbolizan la competición han sido sustituidos por otros tantos donuts, los míticos donuts tan queridos por los habitantes de Springfield.
Se entrena con un sparring de excepción, Homer Simpson. Desafía a América, por así decirlo, para preparar su «revancha» y resarcirse de su derrota en París. Una bella obra que, huelga decirlo, enloqueció a los fans del sur del Tirol.
