Pecador, furia incontenible. No vio más: explotó como nunca. La nueva polémica le hizo entrar en cólera.
El hecho de ser número 1 del mundo y ganar un Slam en enero no le hace, por desgracia, inmune a las críticas. Jannik Sinner también se ha visto envuelto en la polémica. Porque no todo el mundo, al parecer, ha digerido la derrota que sufrió en cuartos de final de Wimbledon, a manos del insidioso Daniil Medvedev.
Y a partir de ahí, como se llame, empezaron las ‘broncas’. Hay una buena tajada de italianos que se sintieron decepcionados por esta eliminación y aprovecharon la ocasión, como suelen hacer, para señalar con el dedo al campeón del Tirol del Sur. Incluso cuestionando su liderazgo. Y, con ello, la grandeza de las hazañas de las que el oriundo de Sesto Pusteria ha sido protagonista en el último año.
En el punto de mira, huelga decirlo, está la vida privada del tenista, que no por casualidad, hasta hace un par de meses, siempre se había cuidado de no exponerse a los medios de comunicación. Había hecho todo lo posible por proteger su relación con la influencer Maria Braccini, pero ahora que está con la tenista rusa Anna Kalinskaya es un constante rumor y cotilleo. Sólo que ahora la situación está escalando definitivamente.
Pecador como Berrettini: Panatta se va de la lengua
La derrota en Wimbledon ha dado a los detractores la oportunidad de polemizar sobre esta relación y el hecho de que su amor mutuo la haya distraído tanto a ella como a él.
Algo con lo que no está nada de acuerdo Adriano Panatta, que en Il Fatto Quotidiano salió en defensa del número 1 del mundo, tronando como nunca. «Como en todos los deportes, incluso en el tenis no existe la imbatibilidad», observó el legendario campeón, «Sinner es un jugador que pierde poco y normalmente sólo con los cinco mejores jugadores del mundo». La gente se acostumbró al nivel de Sinner de los últimos meses y finales del año pasado, pero no siempre puede ser así, uno puede estar mejor o peor y puede pasar que no vaya bien física o psicológicamente, es normal».
«Hay que saber que Jannik no es un robot y no se puede esperar la perfección», dijo antes de soltar. «Todo son tonterías -son sus palabras en relación al ataque a Sinner y Kalinskaya- También pasó con Berrettini y Satta pero todo son tonterías, que yo recuerde las mujeres nunca han hecho daño a nadie». ¿Será suficiente para calmar los ánimos? Nosotros no confiaríamos demasiado en ello…