Sinner, si es verdad que nada ocurre por casualidad, esta es justo la confirmación que todo el mundo estaba esperando: ahora es oficial.
Fabio Fognini dice que en Italia aún no ha nacido un tenista con una mano como la suya. Pero sería de necios negar que, mientras tanto, diga lo que diga el campeón de Arma di Taggia, en el Bel Paese han visto la luz chicos que, sin embargo, tienen una mano extraordinaria. Una mano que les ha permitido darse infinitas satisfacciones y éxitos.
El tenis italiano ha tardado en volver a su antigua gloria, pero todo puede decirse salvo que no ha merecido la pena esperar tanto. Si Matteo Berrettini fue, en cierto modo, el precursor, regalándose a sí mismo y a sus seguidores una final en Wimbledon, la nueva generación no fue menos. Huelga detenerse en la majestuosidad del tenis de Jannik Sinner, número 1 del mundo no por casualidad, sino todo lo contrario.
Muchas alegrías han dispensado, asimismo, Lorenzo Musetti y Jasmine Paolini, que en el All England Club han estado absolutamente deslumbrantes hasta la fecha. Ella está en la final, mientras que el carrarino lucha, como va en línea, contra Novak Djokovic, para asegurarse, como Jasmine, su primera final de Slam. Aunque la sudafricana fue eliminada en cuartos, por lo tanto, sería injusto decir que los italianos que estamos en Londres no nos llenamos de emoción
Sinner, nada sucede por casualidad: la confirmación que estábamos esperando
Sinner, nada ocurre por casualidad: la confirmación que estábamos esperando
Sinner se regodea en todo esto y Angelo Binaghi, presidente de la Fitp, que dijo en los micrófonos de SuperTennis que estaba emocionado y orgulloso del talento de nuestros jóvenes jugadores.
«Esto (el éxito de Paolini y Musetti, ed) significa que no sólo existe Jannik, sino que hay un sistema que funciona. Un sistema que no es sólo la Federación, está hecho por los clubes, por los profesores que son mejores que veinte años antes, por los directivos. Y este sistema está dando resultados inesperados».
«Pero las clasificaciones repetidas en cuartos de final, en semifinales», comentó, «quizá valgan más para el sistema, porque significa que no es un fenómeno pasajero, no es un golpe de suerte extraordinario, no es sólo un gran jugador, sino que significa que las decisiones tomadas por todo un sistema que nos seguía hace 10-15 años eran correctas y están dando sus frutos. Significa que estamos ahí», concluyó, «y que, como he venido señalando en los últimos meses, tenemos una generación de chicos y chicas que nos hará disfrutar de los próximos quince años». Lejos de ser un relámpago, pues. Esto va en serio. Muy serio.