El adiós ya es seguro, en Milanello continúan las grandes maniobras de cara a la apertura del mercado futbolístico: las posibilidades de que se quede son escasas.
No, la temporada del Milan no puede definirse como apasionante. El segundo puesto por detrás del Inter no es suficiente para ver el clásico vaso medio lleno. Y no es casualidad que las decepciones del año que acaba de terminar hayan resultado decisivas para la suerte de Stefano Pioli. El técnico emiliano, que llegó a Milanello en 2019 y fue capaz de devolver al Diavolo al techo de Italia hace dos años, recibió la patada del club, evidentemente creyendo que su ciclo había llegado a su fin.
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Una decisión que maduró a lo largo de varios meses, con el entrenador que acabó pagando demasiadas derrotas en los derbis con el Inter -la sufrida el pasado abril en la noche del scudetto nerazzurro fue muy dolorosa- y la eliminación de la Liga de Campeones ya después de las rondas. En realidad, el Milan había caído en un grupo muy complicado, con dos futuros semifinalistas (PSG y Borussia Dortmund), pero se podía haber hecho algo más. En el campeonato, pues, Theo Hernández y sus compañeros nunca han estado realmente en la lucha por el título, y el adelantamiento al segundo clasificado, el Juventus, sólo se ha producido en los últimos meses, tras el vertiginoso hundimiento de la Vieja Señora. De momento, los directivos rossoneri aún no han anunciado el nombre del próximo entrenador, pero con toda probabilidad será Paulo Fonseca quien ocupe el puesto de Pioli.
El adiós ya es seguro, Jovic cada vez más lejos del Milan
Para el técnico portugués, recién llegado de dos temporadas positivas en el Lille de la Ligue 1, se avecina un comienzo cuesta arriba. Los aficionados, de hecho, levantaron la nariz cuando salió su nombre, esperando uno de mayor perfil
Ahora depende de Fonseca cambiar la opinión de los aficionados, siempre y cuando el club le proporcione una plantilla más fuerte que la que Pioli pudo contar la temporada pasada. El Milan es ahora uno de los más activos en el mercado y se prepara para una especie de revolución en ataque, huérfano del francés Oliver Giroud, que se ha marchado a Estados Unidos. El objetivo número uno para sustituir al ex de Arsenal y Chelsea es Joshua Zirkzee, un joven delantero centro holandés que ha explotado definitivamente este año con la camiseta del Bolonia. En estas horas, sin embargo, los dirigentes también están sondeando a Armando Broja, delantero albanés propiedad del Chelsea. En caso de cerrarse la operación, Luka Jovic, que llegó a Milán hace un año procedente del Fiorentina, no seguirá seguramente en Milanello