Berrettini, ahora también se acabó: la declaración del tenista romano hace temblar a sus partidarios.
Demasiado guapo, demasiado famoso, demasiado rico, demasiado codiciado por las mujeres más bellas, demasiado fuerte. Demasiado todo, en definitiva. Y, por eso mismo, la corte social nunca le ha perdonado nada. Ni una injuria, ni un flirteo, ni un anuncio. Matteo Berrettini ha pagado el precio hasta el último céntimo por ser un atleta con el encanto y los atributos de una modelo, y sin embargo parece que sus «deudas» aún no han terminado.
Incluso ahora que es tan evidentemente frágil, sumiso a su destino e indefenso ante una nueva lesión, hay quien sigue volviéndose contra él. Para reprocharle su relación amorosa con Melissa Satta, como si sus problemas hubieran empezado cuando la conoció y no mucho antes, cuando aún no había rastro de la «velina» en su vida. Sugerirle que ya sería hora de ‘fingir’ ser tenista y entregarse al mundo de la moda. Le han dicho tantas cosas que un sitio web dedicado a él no bastaría para enumerar todas las acusaciones que se lanzan a diario contra el martillo romano.
Su retirada del Internazionali d’Italia no nos cogió precisamente por sorpresa. Había quedado claro desde el principio, aunque Matteo no dejaba de repetir que quería intentarlo, que no saldría a la pista para el primer partido contra Stefano Napolitano. Por las secuelas de una amigdalitis, oficialmente, aunque no todo el mundo se lo creyó. Porque Berrettini ha parecido tan decaído que es posible, muy posible, que haya algo más en la historia. Y no sólo, por desgracia, en el plano físico: habiendo sido ya rozado por la depresión en el pasado, el temor es que el enésimo parón le haya, con razón, puesto aún más a prueba.
El miedo a Berrettini, comentario que hace temblar a los aficionados
Intentará recuperarse a tiempo para Roland Garros, dice, pero sabemos que, a estas alturas, no depende sólo de él. Después de dos años así, de continuos parones y decepciones, encontrar la fuerza para volver a intentarlo será el verdadero reto.
Porque, y este es el verdadero problema, Matteo afirma no haberse rendido, pero la impresión es que ha tirado la toalla. O que, en todo caso, está a un paso de hacerlo. Emblemática es, en este sentido, una de las declaraciones que supuestamente hizo el miércoles por la tarde, inmediatamente después de anunciar su retirada del Internazionali d’Italia.
Alguien me dijo: hay un rito vudú contra ti – son las palabras, recogidas por Il Messaggero, que nos preocupan – Soy paciente, aguanto. Hasta que un día incluso la paciencia se acabe…». Una frase que no nos gusta nada. Ni un poco.