Sinner sigue destrozando corazones por doquier. No sólo Zendaya está loca por él: he aquí otra declaración de amor.
Antes incluso de que Novak Djokovic subiera al escenario para recoger su quinta estatuilla Cartier, la estrella de la noche fue él, nuestro Jannik Sinner. Que no estuvo en la ceremonia de los Premios Laureus, al no haber sido distinguido con ningún título, pero que de alguna manera estuvo presente no obstante, aunque sólo fuera por las amables palabras que se dijeron sobre él en la víspera del gran acontecimiento.
Vienen, además, de dos campeones a los que llamar inolvidables no haría justicia a sus extraordinarias carreras. Uno se llama Boris Becker, la otra Martina Navratilova. Dos tenistas que, eso es seguro, no necesitan presentación. ¿Y quién iba a decir que Bum Bum, que entrenó durante un tiempo a la joven promesa Holger Rune, sería uno de los mayores admiradores del oriundo de Innichen?
«Me encanta Jannik -son sus palabras-, ¡los rojos quedan bien juntos! Cuando miro a Jannik veo a un joven Boris. Me gusta su equilibrio, me gusta su actitud a nivel mental, tanto si gana como si pierde, en ese sentido creo que es el mejor de todos. Puede que Carlos tenga más encanto a la hora de hacer ciertos golpes, pero Jannik normalmente gana el último punto, por su mentalidad. Ha mejorado mucho con respecto a hace un año y es un competidor increíble». «
Sinner puntúa: lo ha ganado
Becker también dijo maravillas, y con razón, de Carlos Alcaraz, que incluso antes que Jannik desequilibró el circuito de los grandes con su tenis espacial, rápido y variadísimo.
«Jannik y Carlos son como el yin y el yang del tenis», dijo el ex tenista, «los dos opuestos que se atraen». «En el tenis, estos opuestos son fundamentales: Carlos y Jannik son muy diferentes en cuanto a físico y juego, pero les une un instinto increíble que les lleva a luchar hasta el final, sin rendirse nunca y emocionando al público».
Navratilova se deshizo en elogios: «Me parece un tenista excepcional», dijo refiriéndose a Jannik, «Su progresión ha sido increíble. En el tenis, los resultados llegan a través del trabajo, y él es la personificación de esa actitud. Tiene una gran ética de trabajo y ha mejorado en todos los aspectos del juego’. Uno de esos campeones que ponen de acuerdo a todo el mundo, pues, incluso a una neófita del tenis como Zendaya. Porque ante su grandeza, por otra parte, no queda más remedio que inclinarse.