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Pecador, qué tensión: esa loca variable

by Lea

Sinner, qué tensión mantener todo bajo control y hacer que las piezas encajen a la perfección: cuidado con las variables locas.

No depende sólo del talento. Tampoco depende únicamente de cómo se juegue, por extraño que suene decir tal cosa en el contexto de un discurso relativo al deporte. También depende de la cabeza, que es una variable inevitable en un contexto deportivo como la pista de tenis, por poner un ejemplo nada aleatorio.

Y Jannik Sinner lo sabe bien, concentrándose en su cuerpo y en construir un físico a la altura de los retos que se avecinan, pero también, como no podía ser de otra manera, en su mente. O mejor dicho, en su cerebro, para ser más precisos, dado que declaró textualmente a la Gazzetta dello Sport: «Siempre quiero entender cómo funciona mi cerebro, esto también forma parte del trabajo que hago con Riccardo (Ceccarelli, ed. ). Pero el resto lo hago en el campo, día tras día».

El Ceccarelli del que habla es el director de la Fórmula Médica, de la que ya les habíamos hablado aquí hace unos meses: se trata, para los que nunca hayan oído hablar de ella, de una especie de programa de consultoría-colaboración. Una colaboración que es a la vez psicológica, mental y científica, porque se apoya en el supuesto efectivamente básico de que en el deporte no sólo cuentan los músculos, sino también -por no decir sobre todo- el cerebro.

Sinner, todo está bajo control, pero qué lucha

Muchos pilotos se han unido a este programa incluso antes que Sinner, porque ellos también, como el tenista azul, necesitan tener en sus manos las herramientas necesarias para gestionar la tensión. Y, más en general, para hacer frente a los momentos de dificultad, que no pueden superarse si uno no conoce a fondo sus estrategias cerebrales y de concentración y no controla plenamente sus emociones.

Una dotación que sabemos indispensable no sólo en la Fórmula 1, sino también en el tenis. El objetivo de Ceccarelli es que sus «alumnos» aprendan a mantener la mente bajo control. Sería una variable de locos si no se aprendiera a gestionarla e interpretarla. Y esto provocaría niveles de estrés aún mayores que aquellos con los que ya tienen que lidiar los deportistas.


Sin embargo, el trabajo que Jannik Sinner realiza sobre sí mismo no se reduce «sólo» a esto. «Está el trabajo específico y está el trabajo que haces durante los entrenamientos, y es tan fundamental como el trabajo técnico. Es un hábito para seguir adelante a pesar de todo, para soportar el estrés. A veces no te apetece hacer algo, pero tienes que apretar los dientes y hacerlo de todos modos». ¿Duerme mal por la noche? No importa, te levantas y entrenas de todos modos. ¿Has comido algo malo? Lo mismo, no pones excusas y vas al campo o al gimnasio».

«Son cosas que te van a pasar en el partido de todas formas», remarcó además, «si no puedes manejar una situación cuando no tienes el estrés del partido, cómo puedes esperar hacerlo cuando estás en el partido…». No hay nada que hacer: la filosofía queda bien con todo, siempre.

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