Berrettini se va de Arizona con un conocimiento impagable: no era fácil, pero lo hizo genial.
Pudo haber ganado, seguro. El hecho de que no lo consiguiera no significa, sin embargo, que el primer torneo en siete meses no fuera incluso mejor de lo esperado. Matteo Berrettini regresó y lo hizo a lo grande, en todos los sentidos. Su derecha ha explotado, su saque también. Y su deseo, evidentemente reprimido durante demasiado tiempo, de jugar y entretener a su público también ha explotado.
Poco importa pues, a fin de cuentas, que el cetro de Rey de Fénix fuera para Nuno Borges y no para el campeón romano. Desde luego, no se puede decir que el finalista de Wimbledon 2021 no se esforzara al máximo, sino todo lo contrario. Asfixió a cuatro franceses en rápida sucesión, dos de ellos con tres horas de diferencia, con una despreocupación envidiable, como si no hubiera estado quieto en más de medio año. Ésta es, pues, la victoria que Matthew se llevará consigo al abandonar el desierto de Arizona. Combinada con la conciencia, que no es poca, de que aún le quedan muchos, muchos cartuchos por disparar.
Y eso no es todo. Hay más. Porque el hecho de haber renacido cual ave fénix en el Challenger de Phoenix también le ha permitido hacer lo que mejor le viene en este delicado momento de su carrera: ganar terreno.
Berrettini, no es poca cosa: ésta es su victoria
El larguísimo parón tras la lesión en el pie que sufrió el 31 de agosto en el US Open no sólo le ha penalizado física y mentalmente, sino también en su clasificación.
El campeón que llegó a ser el sexto mejor jugador del mundo ha saltado al puesto 154 de la clasificación Atp al perder los puntos que con tanto esfuerzo había acumulado en la temporada anterior. Los puntos acumulados en Arizona, aunque no fueron muchos, le permitieron ascender un poco y ganar algunas posiciones. Ganó 12, para ser exactos, por lo que ahora ocupa el puesto 142 en la clasificación mundial.
Estamos, por supuesto, muy lejos de su mejor clasificación, pero el excelente resultado de Phoenix es un buen augurio para el futuro de Berrettini. Ahora se le abrirán de par en par las puertas de Miami, y era importante para él estirar un poco las piernas y poner a prueba sus músculos y su cabeza antes de poner rumbo a Florida. Y todo puede decirse excepto que no superó con nota esta difícil prueba. Nunca más que ahora, pues, estamos seguros de que lo mejor está por llegar.