Berrettini, toda la verdad sobre la ruptura con Melissa Satta: te contamos por qué la corista y el tenista romano se vieron obligados a decir adiós.
Romper nunca es agradable. Seas famoso o ‘civil’, siempre duele. En igual medida. Más aún cuando tu historia está en boca de todos y es prácticamente imposible fingir que no ha pasado nada, o ignorar los cientos de artículos que se producen en la red al respecto.
Deben de estar pasándolo mal, pues, Matteo Berrettini y Melissa Satta, para archivar lo que fue y lo que ya no es. Se habla de ellos en todas partes, como es obvio y comprensible, siendo el tenista y la corista dos personalidades famosas y mediáticas. Ellos se muestran indiferentes, pero es normal que no lo sean ni un ápice, independientemente de los motivos que les habrían llevado a romper y poner fin a una historia que había comenzado hace poco más de un año.
Por si, no obstante, alguien quiere verlo un poco más claro, hay que señalar que hay una razón y que, además, es bastante seria. Ninguna otra razón, salvo ésta, les habría llevado a tomar una decisión tan difícil y dolorosa.
Por eso Berrettini y Melissa Satta rompieron
La bella Melissa nunca ha ocultado cuáles son sus planes de futuro. En varias ocasiones ha insistido en que quiere un segundo hijo, un hermano o una hermana para dar al pequeño Maddox, nacido de su anterior matrimonio con el futbolista Kevin Prince Boateng
Y nosotros que pensábamos que Matthew lo había puesto todo sobre la mesa antes de decidirse a estar con una mujer como ella. En cambio, quizás no estaba tan preparado como pensábamos. De hecho, se rumorea, tal y como informa Oggi, que la ruptura entre la romana y el bostoniano estaría vinculada a una visión «diferente» de su futuro como pareja. Berrettini sigue queriendo, y con razón, dedicarse al tenis, hasta el punto de que trabaja sin descanso para volver a las pistas lo antes posible. Satta quería, evidentemente, formar una familia. Algo que al tenista, se dice, no le apetecía hacer.
De ahí la inevitable decisión de decir adiós. Una decisión sabia y madura, porque no tiene sentido seguir juntos si se persiguen objetivos distintos y si los objetivos son tan diferentes. Esto explica, por tanto, por qué se ha acabado. En paz con la gente de las redes sociales, que creyó desde el principio que esta historia no prometía nada bueno y que no duraría, visto lo visto, demasiado tiempo.