Pecador, todo sucede por una razón. De repente, las apuestas se han duplicado: una oportunidad de oro.
¿Cuánta agua ha pasado bajo el puente desde la final de Rotterdam que Jannik Sinner perdió tras una estrepitosa remontada ante Daniil Medvedev? ¿Y cuántas cosas han cambiado desde que el ruso, número 3 del mundo, fuera en cierto modo la bestia negra del tenista del Tirol del Sur? Muchas, muchísimas. Más, sin duda, de lo que podíamos imaginar.
Hubo un momento en el que el italiano parecía incapaz de hacerse con el juego-rebote del campeón moscovita. No tenía ni idea de cómo desactivarlo. Tanto es así que Medvédev, de un modo u otro, siempre conseguía salirse con la suya. Pekín actuó entonces, en cierto modo, como un parteaguas. Fue allí donde el oriundo de Innichen logró por primera vez resolver lo que se había convertido para él en un auténtico enigma. Y a partir de ese momento, no hubo más para nadie. Ni para Daniil ni para los demás adversarios a los que Jannik se enfrentó en los meses venideros.
Sinner, como se recordará, también consiguió vencerle en el día más importante de su carrera. Es decir, cuando jugó su primera final de Slam. Medvédev estuvo a punto de lograr una contundente victoria en 3 sets, pero de repente el partido «cambió». Todo cambió. Y fue Sinner, al final, quien levantó la copa en la elegante maleta Louis Vuitton.
Sinner, hay dos razones para hacerlo
En los momentos estelares de la vida del azul, en fin, Medvédev siempre está ahí, de una forma u otra. Sin embargo, no estará en Rotterdam, y ésta es la noticia más «interesante» del día. Porque, a la luz de su ausencia, la participación de Jannik en el Atp 500 que se juega en Holanda podría, en teoría, adquirir un significado completamente distinto.
El ruso se ha retirado y, por tanto, no podrá defender el título que ganó el año pasado. «Desgraciadamente», anunció su decisión, «tengo que darme de baja del torneo». Después del Slam de Australia, que fue especialmente duro y largo, mi físico y sobre todo mi pie derecho todavía no están en su mejor momento. Me encanta jugar aquí, tengo una buena tradición en este torneo, estoy deseando volver en 2025″.
Con la ausencia de Daniil, Jannik se juega una oportunidad real de ascender al nº 3 del ranking Atp. En caso de ganar el Atp 500 de Rotterdam, de hecho, superaría, aunque fuera por los pelos, al actual tercer mejor jugador del mundo. Una responsabilidad más, por tanto, además de la que ya hemos comentado aquí: ¿será capaz Sinner de romper el tabú el día después y subir al podio del tenis mundial?