Pecador, en vano: el ataque inesperado y esas palabras venenosas.
Ya sabemos, por desgracia, cómo van estas cosas. Ahora todos están subidos al carro de Jannik Sinner, con un riesgo real de masificación en el horizonte. Sin embargo, al primer tropiezo, como por arte de magia, algún que otro aficionado bajará de ahí arriba y dirá lo que piensa de él.
Siempre ha sido así y realmente no hay razón para pensar que pueda ser diferente, pero da igual: no es un problema, ya que el sudafricano está lleno de verdaderos admiradores que son conscientes de que es humano y no un robot. Del mismo modo, sabemos, por desgracia, que las polémicas en torno a jugadores expuestos como él están ahora a la orden del día. El de San Cándido ya ha tenido ocasión de comprobar por sí mismo hasta dónde puede llegar el gran público que, incluso antes de que comenzara la racha de éxitos que le llevó a ser el número 2 de las Finales y el cuarto mejor jugador del mundo, le había ‘apedreado’.
Como se recordará, Sinner había decidido saltarse la fase de grupos de la Copa Davis para tomarse un respiro de cara al rush final de la temporada. Una decisión que, en retrospectiva, sabemos que fue acertada: no sólo siguió trayéndose la ensaladera a casa, pese a haberse saltado el paso previo, sino que logró algunos éxitos individuales asombrosos en el Tour. Sin embargo, algunos aún no le han perdonado la «traición» de la que fue culpable.
Sinner, aún no ha terminado: atacado de nuevo
Omar Camporese, ex número 1 de Italia y veterano de la selección azzurra, también ha vuelto a hablar del asunto azzurro, que ha ocupado el centro de la escena durante varias semanas. Él también, como muchos, tiene en alta estima a Jannik, pero en una entrevista concedida a Fanpage se permitió, no obstante, hacer unas declaraciones muy duras sobre él.
«Lo único que me desconcierta un poco», utilizó estas palabras, «es que entiendo que de 365 días al año uno necesita tomarse un descanso porque si no sería fisiológicamente imposible, pero no durante la Copa Davis porque es el único evento que juegas por tu país. Así que está bien que uno tenga que jugar por su nación, pero por respeto a todos: por respeto al jugador, a sus compañeros, a sus aficionados, a los italianos».
Me parece obligatorio», dijo de nuevo Camporese, según el cual la victoria en la Davis evidentemente no sirvió para borrar ese «no» pecador, «jugar para Italia. Si nos hubiera pasado a nosotros, nos habrían caído 30 años de cárcel. Así son las cosas… esa es la verdad. ¿Pero sabes cuál es el problema? Que nunca se nos hubiera pasado por la cabeza rechazar la Copa Davis, era vital para nosotros vestir la camiseta azzurra. Y el que tenga oídos para oír, que oiga…