Argentina-Francia, a los transalpinos no les gusta perder la final. Y el árbitro Marciniak está en el punto de mira, culpable de quién sabe qué
A los franceses no les importa la derrota en la final contra Argentina. Un Mundial perdido en la tanda de penaltis como ocurrió en 2006 -qué dulces recuerdos- que aún perdura más allá de los Alpes. En resumen, se esfuerzan y se esforzarán. Pero, por supuesto, sólo el tiempo podrá calmar las heridas de la selección de Deschamps.
Sí, porque ahora en el punto de mira está la actuación del árbitro polaco Marciniak: que en todas las demás partes del mundo dirigió un partido importante al máximo, sin demasiados errores garrafales, y desde luego sin influir en lo que fue el resultado final. Y sin embargo, L’Equipe, el periódico francés más autorizado, calificó su actuación con un 2 en el boletín de calificaciones que aún grita venganza. Pues bien, los franceses -que acogieron a los jugadores lo mejor que pudieron, y esto hay que subrayarlo- no están nada contentos, e incluso han lanzado una petición para que se vuelva a jugar un partido. Casi ha pasado una semana, pero el escozor permanece.
Argentina-Francia, petición lanzada
En lugar de tomarla con un equipo que sólo jugó los últimos diez minutos -y aun así logró salir del abismo-, los franceses la tomaron con el árbitro polaco. ‘Un vendido’ le acusaron (uno de los comentarios más ‘simpáticos’) y por eso aquí está la petición.
De hecho, alguien se tomó la molestia de lanzar una petición en línea para pedir a la FIFA que repitiera el partido en cuestión. Por supuesto, a estas alturas Argentina ya se ha traído la Copa a casa, lo ha celebrado y seguirá haciéndolo durante mucho tiempo. En pocas palabras, no hay ninguna posibilidad. Pero son duros estos franceses que en poco tiempo han recogido doscientas mil firmas para triunfar. En este caso, verdaderamente imposible. Sí, simplemente no pueden, de ninguna manera, aceptar una derrota en el terreno de juego. Culpan a un árbitro que hizo lo que pudo, que no dirigió el desafío de ninguna manera y que ofreció una actuación que sin duda estuvo a la altura. En resumen, sí que escuece. Y para muchos aficionados, pasado mañana no será una buena Navidad. No como los de la albiceleste, que siguen disfrutando y celebrando a 30 grados a la sombra.